Hoy en día, con el tamaño de las pantallas de los móviles, es posible usarlos como fuente de imágenes para pintar cuadros, obteniendo múltiples opciones. Vamos a ver paso a paso su empleo para realizar esta pintura del pueblo de Vilafamés, en Castellón.
Paso 1: búsqueda y selección de la imagen
Yo parto de imágenes realizadas por mí o hago una búsqueda de imágenes de lugares que conozco bien por haber estado allí. Así, además del estímulo visual, a mi memoria acuden otras sensaciones que asocio al lugar en concreto: el tipo de luz, las condiciones atmosféricas, el viento, los sonidos, frío, calor, etc… Todo ello enriquecerá el cuadro final.
Las imágenes que me gustan, hago una captura de pantalla y las almaceno para emplearlas más adelante.
Paso 2: ajustar y mejorar el encuadre
Una imagen puede ser atractiva, pero el encuadre es posible mejorarlo jugando con la herramienta de recorte del dispositivo. En este caso probé tres encuadres diferentes hasta encontrar el que mejor se adaptaba al formato del cuadro. No os conforméis con una única prueba. Jugar con varios encuadres y luego verlos sucesivamente para valorar el efecto de cada una.
Paso 3: dibujo previo.
Puesto que el motivo principal es realtivámente complejo (una iglesia), me tomé el tiempo necesario para dibujarlo adecuadamente, haciendo una perspectiva correcta y definiendo con claridad cada uno de los cuerpos del edificio, aunque sin entrar en detalles. Par ello usé un lápiz pastel de color vivo y regla. En este caso aproveché un papel Pastelmat correspondiente a una pintura antigua. Antes de empezar a pintar, frote el papel con una brocha, para eliminar capas de pastel y permitir que el papel coja más capas de pastel.
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