Con este cuadro, como me dijo un amigo, he logrado pintar el frío. Biar es un pueblo monumental y atractivo, cerca del pueblo natal de mi padre, Beneixama. Me pareció interesante plasmar su paisaje, pero no a la manera habitual y típica, sino bajo ese manto de nieve que, cada vez con menos frecuencia, cubre la zona. Me interesó especialmente enmarcar la imagen del pueblo entre los árboles, ya que este encuadre potencia el primer plano y crea un contraste vertical elegante.