En al provincia de Teruel se encuentra Albarracín, pueblo medieval situado en lo alto de un peñón, rodeado por el río Guadalaviar y protegido por una muralla bien conservada. Sus calles empedradas y casas rojizas son muy atractivas, pese al constante flujo de turistas. El paisaje que lo rodea, en la Sierra de Albarracín, es imponente, agreste y rocoso. En esta composición me ha atraído la vista en contrapicado, viendo el pueblo desde arriba, encajonado entre paredes rocosas. También he querido jugar con el color tratándolo la manera de Sorolla, potenciando su uso luminoso y la pincelada suelta.
